¿Qué es lo primero que te viene a la mente al escuchar la palabra resina?, Quizá sean los paseos por el bosque en los que irremediablemente terminas con los dedos y la nariz pringados, dado el irresistible acto de tomar un poco de la resina del tronco de los pinos, que automáticamente abre las vías respiratorias con su refrescante y embriagador aroma.
Pero aunque esta asociación es maravillosa, el término va mucho más allá. Por definición, nos referimos a la resina como una sustancia orgánica de consistencia viscosa y pegajosa, transparente o translúcida, la cual se solidifica en contacto con el aire. Su origen puede ser vegetal como la del pino de mis excursiones, o bien obtenerse artificialmente mediante reacciones de polimerización, con múltiples usos industriales y artísticos, que es la que nos atañe en esta ocasión.
Un universo fascinante se abre, por tanto, ante este tipo de resinas que poseen grandes cualidades técnicas y absoluta versatilidad en los más diversos campos. Ya sea en:
Ahora toca conocer un poco más de cerca un fascinante tipo de resina: la epoxi
Pieza de arte construida con madera y resina epoxi
La magia comenzó con el descubrimiento de la reacción de condensación de epóxidos y aminas por el químico alemán Paul Schlack, quien patentó la resina epoxi en 1934. En las décadas de 1930 y 1940, comenzaron a proliferar atribuciones sobre novedosas resinas epoxi a base de bisfenol-A. Entre ellos, el químico suizo Pierre Castan.
Paul Schlack fue un químico alemán. Completó sus estudios en la Universidad Técnica de Stuttgart en 1921 y trabajó como químico investigador en Copenhague durante un año, antes de regresar a Stuttgart. Recibió su doctorado en 1924.
Castan, quien inicialmente comenzó a crear resinas sintéticas para usos como prótesis dentales, continuó desarrollando la resina epoxi hasta lograr una combinación de epiclorhidrina y difenoles, promoviéndola como material adecuado para barnices y adhesivos. Su trabajo fue autorizado por la empresa química Ciba, Ltd. en Suiza, la cual se convirtió en uno de los mayores productores de resina epoxi del mundo.
Asimismo, en 1946, un químico llamado Sylvan Greenlee en nombre de Devoe & Raynolds Company, patentó un nuevo tipo de resina que se derivó de bisfenol-A y epiclorhidrina.
En un inicio, según se mencionó ya, las resinas epoxi se aplicaron a prótesis dentales, así como a la fabricación de pinturas y a la unión de elementos estructurales en la industria aeronáutica que, posteriormente, se extendió a otras industrias. Rápidamente su uso se extendió y evolucionó, experimentando un rápido desarrollo en los Estados Unidos, donde fueron introducidas en el campo de la construcción hacia el año 1949.
Artesana trabajando en una pieza de arte, utilizando madera de olmo y resina epoxi
Una vez que la resina epoxi comenzó a despegar en sus usos industriales en los años cuarenta y cincuenta, su utilización en el arte se volvió igualmente popular. Los artistas comenzaron a mezclar resina epoxi con pigmento y la usaron como un medio de pintura que estaba destinado a verterse en capas. Así, joyeros y artistas de técnicas mixtas comenzaron a usar el compuesto para capturar y preservar materiales naturales, hacer découpage, además de arte en mesas y encimeras.
Mesa auxiliar realizada con tecnicas de resina y madera
Desde entonces, las creaciones que emergen de la inspiración y dominio de la técnica de quienes emplean epoxi en sus obras, nos regalan auténticas experiencias oníricas materializadas en una escultura, cuadros, mesas de diseño, o cual sea el soporte que haya elegido su autor.
Esta evolución y éxito tan rápidos no ha sido casual, nunca lo es. Sus excelentes propiedades le confieren una serie de ventajas, tales como:
El resultado es una superficie clara y brillante, que destaca claramente por su excelente resistencia térmica y química, física y mecánica. La belleza, aunque subjetiva por naturaleza, también es innegable cuando se plasma en creaciones artísticas.
Si estás interesado en empezar a trabajar con resinas epoxi para dejar aflorar tu creatividad y habilidades, he aquí unas consideraciones básicas antes de ponerte manos a la obra:
Después de recopilar y estudiar toda la información necesaria -incluido leer este post-, quizás hacer un curso o practicar junto a expertos, llegó por fin la hora de trabajar con resinas epoxi, o por qué no, de disfrutar de alguna pieza única que la lleve. Espero que disfrutes cada minuto del proceso y que el resultado te enamore tanto como a mí. Me encantará leer tus comentarios y experiencias.